Cómo sacar el máximo partido de tu entrenamiento y de tu entrenador (claves que nadie te cuenta)

¿Llevas años con un entrenador y ves que no mejoras?. ¿Llevas años entrenando por tu cuenta y quieres dar el paso a entrenar con un profesional?. En resumidas cuentas, si quieres sacar el máximo partido a tu entrenador, este artículo puede ser de gran ayuda.

Uno de los pilares y claves a la hora de mejorar, no solo en el ámbito del deporte, es la constancia y muchos de los que me seguís ya pensaréis: “Ya está aquí el pesado de siempre con la misma cosa”. Es una cosa muy simple pero la constancia es clave en cualquier proceso de mejora continua.

Si nos centramos en el deporte, hay que escuchar al cuerpo y ser flexible. Y ésto a día de hoy, no se hace o no es muy fácil que digamos. Con la cantidad de estímulos que tenemos en la sociedad de hoy en día estamos sobrexcitados y nos cuesta centrarnos en una sola cosa en cada momento. Esto hace que saltemos de una tarea a otra y no demos nuestro 100%.

Al final, como suele decir la frase: “El que mucho abarca, poco aprieta”. Nos aburrimos demasiado fácil y nos falta concentración. Esto no solo afecta en los diferentes ámbitos de la vida, también en las relaciones de trabajo. En el deporte, muchos deportistas no se hacen responsables de su rendimiento y de su evolución y muchos echan la culpa de sus fracasos al entrenador, como no, antes de estudiar o ver si uno de los factores externos fuera del entrenamiento nos está afectando.

Muchos, la primera cosa que hacen es cambiar de entrenador y no se dan cuenta de que es una cagada como un templo. Tú no puedes ir cambiando de entrenador cada 2-3 meses. Como todo cambio, se necesita un proceso de adaptación y si vas cambiando de metodología y de forma de trabajar cada cierto tiempo, no vas a ver si realmente cada forma de trabajar encaja con tu caso o si de verdad puedes conseguir resultados.

La clave es trabajar a largo plazo y cuanto mayor tiempo lleves con el entrenador, mejores suelen ser los resultados. Y esto no es porque lo digo yo. El famoso estudio de las 10.000 horas (aunque se hizo con 6 violinistas) dejó claro que cuanto mayor es la cantidad de horas que inviertes, mejor te conviertes.

Esto lo tienes que tener claro. Practicar horas mediante una actividad no es tirar las horas, es una inversión para convertirte en un mejor profesional en el futuro. Y tampoco hay que tomar este estudio a rajatabla. Al final, estas horas hay que practicarlas, como se suele decir, deliberadamente.

Una vez que tengamos claro cuál es el camino hacia el éxito, ¿cómo podemos lograr esta constancia?. Evidentemente, haciendo las cosas bien. Pero yo me centraría sorbe todo en dos ingredientes. Uno, en escuchar al cuerpo, que bueno, esto es más viejo que la tos, pero a mucha gente le cuesta.Y dos, en ser flexible.

¿Qué quiero decir con escuchar al cuerpo?. Aunque en el plan de entrenamiento, el entrenador te diga que hagas una cosa en un día en concreto, tú tendrás que valorar si ese mismo entrenamiento es lo mejor para ese día. Si estás reventado del trabajo, o ves que no vas a sacar el máximo partido a ese entrenamiento, es mejor que atrases el entrenamiento o que lo modifiques. Como suelo decir a mis deportistas: “Mejor hecho que perfecto”.

Lo que tiene que tener claro un deportista es que no tiene que dejar todo el trabajo al entrenador. Tienes que ser parte de tu evolución y al final es trabajo de los dos. Si no haces caso a tu cuerpo, no vas a aprender. No es solo seguir un plan, tienes que ir mejorando como deportista, logrando experiencia y mejorando la capacidad de decisión, siendo flexible.

Como he dicho antes, el escuchar al cuerpo es un poco viejo, pero es la clave. A día de hoy, parece que las inteligentes artificiales y chorradas de estas son la panacea. Ya te digo yo que una inteligencia artificial nunca va a quitar a los entrenadores del mapa. El trabajo de los humanos (con humanos) nunca se podrá sustituir. En todos estos trabajos se necesita empatía.

El escuchar al cuerpo quiere decir que si tenemos 10x1000m si en el intervalo 5 o 6, vemos que estamos cansados o no vas a llegar a las 10, es mejor parar. Esto es como cocinar palomitas. Hay que ser flexibles, ser maduros y tener sentido común. Muchos deportistas se agobian (incluido yo) de no seguir un plan perfecto y que salga todo a pedir de boca. Es mejor llevar una media de, por ejemplo, entrenamientos de 6-7 puntos que hacer un día de 10 y luego estar 2-3 días jodido.

Tiene que ver un poco con el concepto de antifrágil, el concepto que puso de moda Nassim Nicholas Taleb. Tenemos que adaptarnos a nuevos estímulos al mismo modo que convertimos a nuestro cuerpo en una versión mejorada.

Los deportistas amateurs piensan que los élites son cuadriculados y normalmente pasa lo contrario. El plan de entrenamiento suele ser más simple, flexible, hacen cambios constantemente… No están llenos de florituras. Al final, es acumular horas con un cierto sentido común, con práctica deliberada.

Y así, en general, es más simple de lo que parece. Muchas veces somos nosotros los que queremos complicar el tema. La cosa  esta en hacer cosas extraordinarias, sino en hacer cosas ordinarias extraordinariamente bien. Y eso se consigue mediante la constancia.

Cambiando de tercio, para sacar el máximo partido a tu entrenador necesitas confianza. Si crees que lo que te manda tu entrenador no te va a mejorar, no vas a mejorar. Es como en el caso de las medicinas, el efecto placebo funciona. Primero tengo que recalcar que los entrenadores nos somos magos y que no tenemos ninguna barita mágica. Como suele decir esa frase de “ningún entrenador te va a hacer mejorar, ningún nutricionista te va a hacer perder peso, eres tú, el último responsable”.

Muchas gente, sobre todos los principiantes, cuando se ponen en manos de entrenador se piensan que van a mejorar si o si, de la noche a la mañana. Aparte de empezar con un entrenador, tendrás que seguir el plan, tendrás que cuidarte… Tu entrenador y tú tendréis que remar en la misma dirección. No vale que tu entrenador haga todo el trabajo, tendrás que ponerte las pilas. Y ya te digo yo que por tu cuenta no vas a conseguir nunca tu máximo rendimiento. ¿Cuantos deportistas olímpicos han conseguido una medalla sin un entrenador?.

Haciendo referencia a un estudio científico (Anyadike-Danes, K., Donath, L., y Kiely, J. , 2023) vieron que solo el 28% de los encuestados respondió que lo más importante era el entrenamiento físico. ¿Cuáles eran los otros 5 factores más importantes? La comunicación entre deportista y entrenador, estrés de la vida…

La fórmula mágica para mejorar es el descanso, ya que es el momento en el cual logras adaptaciones, pero el estrés de la vida, desafortunadamente, solo te va a hacer que estés más cansado y no logres esas adaptaciones.

Aparte de la comunicación, se necesita un cierto compromiso por parte del atleta. Si le pides a tu amigo Pepito, que anda bien corriendo que te ponga unos entrenamientos de gratis, el compromiso se esfuma. Al final, un entrenador no es un gasto, es una inversión que haces para siempre.

Si quieres ir a Australia, por ejemplo, puedes ir en coche (que nadie lo hace) pero lo más lógico es que vayas en avión. El entrenador será a tu avión. Puede que por tu cuenta logres mejorar un poco, pero a la larga, hay demasiados riesgos como lesiones, falta de motivación… Que te alejan de los mejores resultados.

Los entrenadores estamos para ayudar y somos la brújula que os guía durante el camino. Me imagino que a otros entrenadores les pasara lo mismo, pero hay deportistas que han trabajado conmigo que nunca o pocas veces han escrito comentarios en la plataforma de entrenamientos.

Si no eres partícipe de todo el proceso, los resultados se alejan. Otros, a pesar de que les metas la chapa de utilizar el pulsómetro, nunca lo utilizan. Al final, cada uno es responsable de sus resultados, yo no voy a estar como un policía por detrás. Tienes que estar dispuesto a hacer ciertos “sacrificios”, que si te gusta el deporte, no son sacrificios, pero bueno.

Como digo siempre, no todo el mundo vale para ser deportista. Y es lo que hay, a día de hoy hacer deporte está de moda. Sí, hay mucha gente que hace maratones para fardar o poner la foto de turno en redes sociales. Si no vales para esto no pasa nada, hay muchas otras facetas o hobbies que puedes practicar aparte del deporte.

Una vez que estamos 100% comprometidos con un entrenador, tienes que creer que la planificación que estás siguiendo va a hacer que mejores, sino, apaga y vámonos. Y para resumir estos conceptos, diría que el deportista y el entrenador tienen que formar un equipo. Aparte de esto, si tienes ayuda externa de psicólogos, de nutricionistas, de biomecánicos… tu camino será mucho más fácil.

Para tener una comunicación constante y fluida, en los deportistas de élite o de alto nivel, ya veis que tienen unos equipos formados para que el deportista solamente se dedique a entrenar, a comer y a descansar. Y si no estás dispuesto a seguir ciertas pautas de entrenador, no le hagas perder el tiempo. Y si no disfrutas con el deporte o no te gusta sufrir, te puedes dedicar al parchís, a la petanca… No pasa nada, hay muchos pasatiempos.

Aunque haya confianza en el entrenador o creas en el plan, puede que haya otros factores externos que no te hagan mejorar. Esos pueden ser la nutrición, el descanso o la psicología, por ejemplo. La vida de los deportistas y sobre todo la de los deportistas profesionales se idealiza y la gente no se da de cuenta de que un deportista está trabajando las 24 horas de día, los 7 días de la semana, los 365 días del año.

Es una mentalidad que los deportistas amateur pueden sacar provecho. El entrenamiento no acaba cuando terminas tu sesión de series, o un rodaje continuo. Fuera del entrenamiento, tienes que pensar como un deportista de élite. Ya que todo lo que hagas fuera del entrenamiento va a afectar en tu rendimiento y si no cuidas los detalles mínimamente, te estarás tirando piedras a tu propio tejado.

Es por ello por lo que en mi metodología de entrenamiento me centro en los aspectos fuera del deportista como es la nutrición, el descanso y la psicología. Sobre todo me centro en el entrenamiento y la nutrición, ya que de momento no soy psicólogo (siempre digo de broma que me tendrían que convalidar el título por escuchar tanto a las penurias de los deportistas).

Y empezando con una de las claves junto con el entrenamiento, que es la nutrición… El que comas 3 veces al día no te hace nutricionista y esto lo digo porque hay muchos vendehumos y bocachanclas. ¿A que no te atreverías a recetar algún medicamento a tu amigo que está enfermo? Pues en el ámbito del deporte y la nutrición debería de ser igual.

Afortunadamente, la nutrición deportiva está ganando importancia y se está optimizando hasta un punto de que el rendimiento de los deportistas está llegando a unos niveles que en su día veíamos imposibles. Y sobre todo en disciplinas de larga duración, donde la nutrición juega un papel fundamental. La optimización de la nutrición y sobre todo la periodización, es clave. Una correcta ingesta de carbohidratos no solo va a hacer que ese entrenamiento te salga mejor, sino que recuperes antes y puedas rendir en la siguiente sesión sin ningún problema (sobre todo cuando se entrena mañana y tarde).

Aparte de esto, lograras una composición corporal óptima para tu disciplina, para poder sacar todo el potencial que tienes dentro. Y esto parece el mundo al revés, pero es lo que pasa. Los amateurs o deportistas recreacionales comen de más, porque no son conscientes las calorías que comen. En cambio, los deportistas de élite comen menos de lo que necesitan.

Y esto no lo digo yo, hay estudios (Logue, D. M., Madigan, S. M., Melin, A., Delahunt, E., Heinen, M., Donnell, S. J. M., y Corish, C. A. , 2020) que corroboran que la baja disponibilidad de energía está a la orden del día.

Cambiando de tercio, ya lo he explicado anteriormente, pero no hace falta decir de que el descanso es el momento en el cual se producen esas adaptaciones clave para que mejore nuestro rendimiento. Un descanso incorrecto hará que no mejores y en muchos casos, que caigas en lesiones y esto es lo peor que le puede pasar a un deportista, ya que corta de raíz esa constancia que queremos conseguir.

La falta de descanso es un problema recurrente de los deportistas amateurs, ya que como tienen otras obligaciones como el trabajo, compromisos familiares… las horas de sueño muchas veces se van reduciendo. Muchas veces es más un problema de organización y sacrificio que otra cosa.

Aparte del factor del descanso, otro aspecto que afecta al deportista es la psicología. Tampoco me voy a meter mucho, ya que no soy psicólogo, pero yo veo que cada vez la gente es más débil. No es lo suficientemente fuerte para la práctica deportiva. Y no sé por qué, igual porque estamos en una etapa de debilidad o como suele decir esa frase de: “Las personas fuertes, crean épocas fáciles, esas épocas fáciles, crean personas débiles y esas personas débiles crean épocas difíciles”.

Esto, como el entrenamiento, se puede entrenar, pero no hay que tener miedo ni apuro de acudir a un psicólogo, ya que nos dará las herramientas que necesitemos para hacer frente a los obstáculos que nos ponga la vida y ser psicológicamente mejores. Muchas veces en las competiciones la capacidad física está casi igualada, sobre todo en la élite y la diferencia es la mente.

Solo hay que ver que las medallas olímpicas se deciden por segundos, milésimas… Esto tiene aún más importancia en disciplinas y deportes de duelo, deportes de más habilidad…Y no solo está capacidad mental nos ayudará en el día a día, sino en la vida en general.

Nos ayudará a afrontar los obstáculos de la mejor manera y la gestión emocional es una cosa que se debería de trabajar y valorar mucho más.

Para ir finalizando, está claro que nos tendremos que centrar el entrenamiento deportivo, pero una vez que hagamos esto relativamente bien, no hay que olvidarse de todos estos factores que también tienen un papel fundamental en el desarrollo deportivo. Todo influye y si no cuidamos todos los detalles, estos pequeños cosas, puede que los cimientos de nuestra casa, no sea los mejores y que nuestra casa se derrumbe.

Te agradezco que hayas llegado hasta aquí y si tienes cualquier duda o sugerencia te lo respondo sin problemas.

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